Para el SAT, son los ingresos que obtienes en dinero, bienes, servicios o créditos, y que aumentan tu «patrimonio» durante el año fiscal. ¿Por qué le importan? Porque sobre ellos se calcula cuánto ISR tienes que pagar.
Tipos de ingresos acumulables para personas físicas
Como persona física, tus ingresos acumulables pueden clasificarse en diferentes categorías:
- Salarios y prestaciones laborales: Tu sueldo, aguinaldo, bonos y demás regalitos de tu empleador cuentan como ingresos acumulables.
- Ingresos por negocios o servicios profesionales: Si tienes un negocio o eres freelance, todo lo que ganas entra en esta lista.
- Premios: Desde un sorteo en la oficina hasta ganarte un coche en una rifa, todo suma para el SAT.
- Arrendamiento: Las rentas que cobras por una casa, local o cualquier inmueble que alquiles.
- Intereses: Ganancias obtenidas por inversiones financieras.
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Diferencia entre ingresos acumulables y no acumulables
Los ingresos acumulables son los que el SAT usa para calcular tus impuestos, mientras que los no acumulables, pues no.
¿Cómo saber si un ingreso es acumulable o no? La diferencia está en el tratamiento fiscal.
- Acumulables: Son los que el SAT considera para calcular el ISR. Básicamente, si te genera un beneficio económico, probablemente sea acumulable.
- No acumulables: Son ingresos que, por ley, no entran en el cálculo del impuesto. Como quien dice, son el «código secreto» que puedes usar sin sentirte culpable.

¿Cuáles son los ingresos no acumulables?
Entre los ingresos no acumulables (esos que no te quitan el sueño) están:
- Herencias y legados: Si tus abuelos te dejan su casa, no tienes que reportarlo como ingreso acumulable.
- Donaciones entre familiares: Siempre que sean directas y cumplan con las reglas, están libres de ISR.
- Indemnizaciones por seguros: ¿Te pagaron por un choque o un accidente? Eso no se acumula.
Ejemplos de ingresos acumulables:
Para que quede clarito, aquí van unos ejemplos:
- Tu quincena (sí, toda completita).
- Los honorarios que cobraste por ese proyecto freelance.
- El alquiler que recibes de tu depa en renta.
- Los intereses de tu inversión en ese banco que ni sabías que existía.
En pocas palabras, si recibiste dinero o algo que tiene valor y no está exento, se acumula.
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¿Cómo se calculan los impuestos sobre ingresos acumulables?
El cálculo es más sencillo de lo que parece (aunque el SAT a veces no lo haga fácil):
- Suma todos tus ingresos acumulables durante el año.
- Resta las deducciones personales permitidas (como gastos médicos o educativos).
- Aplica la tasa de ISR según lo que te toque pagar según las tablas del SAT.
Tip: No te olvides de las deducciones; son como los descuentos en el Buen Fin, te salvan el bolsillo.
Consecuencias de no declarar ingresos acumulables:
Si decides «olvidar» declarar algún ingreso acumulable, el SAT puede imponerte multas, recargos e incluso iniciar procedimientos legales en tu contra. Es como jugar a las escondidas con el fisco; tarde o temprano te encuentran, y no precisamente para invitarte a jugar otra vez.
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En conclusión, entender qué son los ingresos acumulables y cómo afectan tu situación fiscal es fundamental para mantenerte en buenos términos con el SAT. Recuerda que una correcta declaración de tus ingresos te evita problemas legales y te permite dormir tranquilo, sin soñar con auditorías sorpresa.

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